Un plan que no es de negocios.

Este fue el título que escribí en una hoja en blanco hace poco más de cinco años cuando comenzó a gestarse lo que ahora es matters. 

A finales del 2015 había llegado a un punto de estrés extremo, de agotamiento físico y mental, ya no disfrutaba más del trabajo que tanto había amado. Así que decidí renunciar.

Unos días antes de entregar mi renuncia escribí lo que poco tiempo después se convirtió en el documento que sentó las bases de una nueva era. A lo largo de mi carrera laboral había escrito muchísimos planes de negocio, definido objetivos, estrategias y acciones que convertirían una idea en algo concreto y rentable.

Sin embargo en esa ocasión no sabía qué haría tras renunciar. Es por eso que escribí un plan de vida. Me pregunté: ¿cómo quiero vivir a partir de ahora? Definí un marco de acción, aquello que me serviría de guía para la toma de decisiones. 

También recordé las dos cosas que habían sido importantes para mí desde que alcancé la mayoría de edad y los principios que habían regido mi vida fuera de México: ser independiente y disfrutar apasionadamente lo que hiciera. 

Busca la manera de ser más independiente.

Ya había estudiado en Estados Unidos y en Alemania, trabajado, viajado y vivido fuera de mi país durante 12 años. Pero seguía preguntándome: ¿cómo ser más independiente?

La independencia laboral era mi siguiente reto. Poder elegir en qué proyectos y para qué clientes trabajar. También en qué lugar, a qué hora, bajo qué políticas y con qué condiciones hacerlo. 

No obstante, me resultaba difícil pensar en un producto o servicio a vender. Después de 15 años de haber trabajado para diferentes organizaciones en México y en Alemania, tanto en el sector público como el privado, con y sin fines de lucro, dudé en poder hacer algo por mi propia cuenta. Pero la emoción que daba aquél reto me impulsó a dar el primer paso.

Recapitulé y pensé: no en vano estudié administración de empresas y cuento con todas las herramientas y experiencia para crear y administrar una propia. Si no funcionaba, siempre estaría el plan b: la opción de buscar un trabajo en una empresa otra vez. 

Seis meses después tenía listo el plan de negocios que dio vida a matters. 

Disfruta apasionadamente lo que haces.

En enero del 2016, tan solo un par de meses después de haber renunciado, participé en el curso a distancia llamado altMBA de Seth Godin. Esto con la finalidad de actualizar mis conocimientos de liderazgo y marketing. Durante un mes hice equipo con personas de diferentes partes del mundo, aprendí a usar herramientas digitales colaborativas como Zoom, Slack y WordPress, vi muchos TED Talks y leí tantos libros como nunca antes. 

Anything you want de Derek Sivers fue uno de mis libros favoritos y ahí encontré la frase que se volvió fundamental para matters:

“Hacer negocios no es cuestión de dinero. Es cuestión de hacer nuestros sueños y los de otros realidad“.

Como mujer de negocios sabía que el aspecto monetario es importante para cualquier empresa. Sin embargo aún no tenía un modelo de negocios concreto y me sentía incómoda con la idea de solo pensar en cómo ganar dinero. Me identifiqué mucho con la frase de Derek Sivers porque me recordó que cuando sueñas con lograr algo haces todo lo posible por conseguirlo. Pero muchas veces ni el deseo, ni los conocimientos son suficientes. Es entonces cuando encontrare con alguien que comparte tu pasión y sabe hacer eso que tu no sabes, se convierte en tu mejor aliado.

Yo quería ser alguien que se identificara tanto con la filosofía, motivación y sueños de sus clientes, alguien que se comprometiera tanto con ellos como si fueran sus propios proyectos. Por otro lado tenía claro que emprender un negocio por mi cuenta me haría mucho más independiente, sin embargo, sabía que tener éxito implicaría mucho esfuerzo, profesionalismo y disciplina. El reto era grande y para lograrlo, necesitaba enfocarme en proyectos que me apasionaran tanto como para poder afrontar todas las dificultades, dudas y fracasos que se me presentaran. 

Además, estoy convencida que cuando uno hace algo con gusto, lo hace siempre mejor y esa es la diferencia entre los que son buenos y los que son extraordinarios. La pasión por lo que haces se refleja en la calidad de tu trabajo.

Es por ello que antes de definir mi modelo de negocio, elegí su nombre:

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Foto: Lizeth Soto Rivas

Logotipo: Berena Mendoza